Tanto si estás pensando en convertir tu empresa en importadora o exportadora como si ya lo has hecho, toma nota de 20 consejos extraídos de entrevistas a expertos y empresas. Cada una de ellos es una pieza que forman el puzzle del comercio exterior.


1. ¿CÓMO SE MI EMPRESA ESTÁ LISTA PARA EXPORTAR O IMPORTAR?

Te vamos a responder a la gallega. ¿Tiene tu empresa una recepcionista bilingüe? ¿Tu cadena de producción puede responder a picos de demanda elevados? ¿Cuentas con un equipo comercial capaz de afrontar el nuevo reto (viajes, horarios irregulares…? ¿Tienes capacidad financiera para dar el salto al exterior? ¿Tienes un producto o servicio competitivo? ¿Como importador, buscas acuerdos duraderos? Pero más importante que esta autoevaluación es tu compromiso (como gerente, propietario o socio mayoritario) con la decisión de internacionalizar la empresa, una obsesión que debes contagiar al resto de los departamentos y personal. Y esto vale tanto si decides exportar como importar productos y servicios. Dicho esto, es de vital importancia la creación de un departamento de import/export (externalizado o no), que reporte directamente a la dirección, formado por personas especializadas en comercio internacional, con conocimiento de idiomas, habilidades para negociar en mercados diferentes.

2. ¿SOLO O EN COMPAÑÍA?

En comercio exterior existen tres fases que determinan la consolidación del proyecto empresarial en el mercado de destino. La primera son las operaciones comerciales de venta en el exterior. Para esto basta con un intermediario comercial que recoge la mercancía en puerto y la comercialice. La segunda, es la cooperación con un socio local que se encargue de todo el proceso?(incluimos aquí consorcios y joint venture). La tercera es la implantación productiva, una decisión que toman pocas pymes españolas-

Aunque existen valientes excepciones, si se trata de mercados emergentes o en países en vías de desarrollo, la recomendación es iniciar la aventura exterior acompañado. La labor de un socio local te allanará el terreno y te evitará sorpresas. Con un distribuidor o agente comercial te ahorras la estructura logística, oficinas, personal y transporte. Recuerda que al principio aquilatar los costes es prioritario.

3. INCLUYE EN TU AGENDA LA VISITA A FERIAS

Ya sea como expositor o como visitante, te permitirán conocer las condiciones de mercado y hacer contactos con posibles partners y proveedores. Eso sí. Elige bien. Céntrate en las sectoriales y profesionalizadas. Es una labor que exige mucha dedicación al principio. Hay que hacer lo que algunos expertos llaman Lluvia de estrellas en referencia al programa de televisión. «En ocasiones, hemos ido a dos ferias seguidas. Tras desmontar el stand de la primera, nos hemos cambiado en los baños del aeropuerto de turno los trajes de chaqueta por ropa cómoda, para volar esa noche a otro país, y vuelta a empezar al día siguiente con el montaje del stand de la segunda feria”, afirma un emprendedor. A la visita de las ferias deberías sumar viajes de prospección, misiones comerciales, organizadas por el ICEX y Cámaras de Comercio.

Tomado de: emprendedores.es

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